Mientras clama la inocencia de los inocentes educandos...
Ensordece el Silencio de los Culpables
Adolfo Olmedo Muñoz.
La clase política mexicana sigue dando de qué hablar. No tanto en el extranjero donde Norcorea y Argentina (por su papa), acaparan la atención mundial. En cambio en nuestro territorio, se habla mucho, pero lamentablemente se hace muy, pero muy poco. No sólo en el combate a la corrupción y el crimen organizado, que de acuerdo a las estadísticas, no sólo no se frenó al cambio de gobierno “calderonisa” a “peñanietista”, sino que aumentó el número de “ejecuciones”, lo que deja ver, para algunos analistas, que hay en el fondo una cierta debilidad de mando en la Secretaría de Gobernación.
Pero algo mucho más peligroso, es el silencio cómplice de las autoridades de algunos estados y principalmente federales, que han permitido que una caterva de “delincuentes sin título” (así como hay hetairas que ejercen sin “titulo”), paralicen las actividades cotidianas en ámbitos estatales de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, y sólo se concreten, sendas “autoridades” a hacer declaraciones vagas, taimadas, ambiguas, pero nada de acción.
La CNTE, se ha pasado por el “arco del triunfo” la verborrea retórica de un Secretario de Educación Pública -Emilio Chaufet- y viene presionando al gobierno federal, me temo que hasta con la complicidad de las autoridades estatales de Guerrero, Oaxaca y Michoacán, que se han mostrado más que cobardes y melindrosas, colaboracionistas con los paristas “maestros” que tienen secuestrada a la educación en dichas entidades.
Por lo menos éstos son dos de los más importantes temas que han pesado en la opinión pública nacional, para ir dejando correr los resultados de las primeras encuestas y sondeos sobre la actuación del nuevo régimen “neopriísta” que encabeza Enrique Peña Nieto, cuando está en el país, pues ha resultado proclive a darse sus vueltecitas por el mundo, con cualquier pretexto.
Dichas encuestas muestran escepticismo y en algunos rubros consideran que las condiciones económicas permanecen igual de deterioradas -si no es que agravadas- que con Calderón.
La inseguridad, ya vimos, ha crecido, y las reformas, se han quedado en declaraciones, anteproyectos, proyectos de proyectos y proyectos, mientras que la pomposamente llamada “Reforma Educativa” solamente ha servido -hasta el momento- como ariete demagógico, para justificar un paliativo, un placebo y por qué no, hasta como un “petate” que hiciera intimidar al SNTE ante la “caída” de su “exdirigente vitalicia”.
Lo cierto es que el Estado Mexicano hiede aun su corrupción, pero empieza a apestar más su cobardía.
Al principio del comentario, señalé a la Secretaría de Gobernación como la responsable de esta debilidad, y señalamos al Secretario de Educación, pero podríamos también corresponsabilizar a la Procuraduría General de la República (PGR), pues independientemente de cualquier demanda de tipo laboral que argumente una horda, no se debe permitir la paralización de las vías generales de comunicación y mucho menos cuando ésto acarrea millones de pesos en pérdidas por la obstrucción de actividades, independientemente de los daños colaterales a la salud, al turismo y a la estabilidad anímica de un pueblo que francamente esperaba más de la nueva administración federal, que pareció por un momento, no temblarle la mano para hacer justicia.
Hoy vemos que no sólo la mano le tiembla sino que están donando las… prerrogativas, a un foco parasitario que va a seguir carcomiendo a nuestra sociedad, con la denigrante complicidad del miedo oficial.
Así, nunca habrá de llegar la moralización. Las autoridades tienen todo en sus manos para imponer la soberanía del derecho, sólo que a esa receta hay que incluirle: producto de gallina, y no ser gallinas.
Desde luego que el Presidente de la República tendrá que cargar con la culpa histórica, pero en realidad, es evidente la falta de seguridad, de oficio político y de carácter, del Secretario de Gobernación (Osorio Chong), pues la estabilidad interna EN TODOS LOS SENTIDOS, del país, debiera estar en sus manos.
¿Si no pueden?, como dijo por ahí un exdirigente deportivo; que ¡RENUNCIE! quien tenga que “renunciar”, y que los “cachagranizos” legisladores que están más preocupando por privarnos de nuestras metáforas lingüísticas que nos impiden ahora acusarlos de… “punzo cortantes armas blancas” (ya no podemos decirles puñales a los puñales), que no actúan virilmente desde su posición como legisladores, pues habrá que recordarles que existe aun en la ley, la figura de Juicio Político, en contra de un gobernador que no garantiza la seguridad de sus conciudadanos.
A la caída del primero de esos gobernantes, veríamos que sí se puede poner en orden a los “maestrines” esos, que la más de las veces, parasitan en esas entidades desde diferentes puestos burocráticos. Hay que desconectar de la ubre presupuestal a quien sea necesario, en aras de la salud pública.
La Secretaría de Hacienda, que tan diligentemente cooperó para detener la fuerza de la Gordillo, podría también ahora estudiar los cientos de casos de vivales que se esconden tras la hedionda turba que a cada que se les antoja trastornan el orden público pero que seguramente también se pasan por debajo del tiro, la normatividad hacendaria.
Hasta hoy, se privilegia a los culpables seudo maestros y se castiga a una generación de estudiantes que puede quedar perdida.
|